Por Sayel Cortés
Aun después de una buena planeación de su presupuesto con resultados claros, existen factores externos que pueden reducir el nivel de ingresos o requerir gastos inesperados en el ayuntamiento. Las condiciones económicas internacionales, pueden reducir los recursos disponibles a nivel nacional, o los desastres naturales pueden requerir fondos que no se tenían contemplados anteriormente. Por esto es importante que las ciudades tengan sistemas de gestión financiera que permitan controlar los recursos disponibles, y también diversificar y expandir las fuentes de ingreso.
Para controlar el riesgo de una ciudad, es importante que entienda y aproveche las 3 fuentes de ingreso disponibles para los gobiernos locales: los ingresos propios, las transferencias, y la deuda.
Los ingresos propios son la fuente sobre la cual el gobierno local tiene mayor control.
Ser eficiente en su captación es la mejor manera de tener ingresos bajo el control del municipio.
Uno de los principales impuestos que se manejan a nivel local es el del uso del suelo. Tener un catastro actualizado y ser eficiente en el cobro del impuesto predial es algo básico para los ingresos propios de la ciudad.
Pero hay formas de expandir esta fuente de ingresos. Por ejemplo, relacionado con el impuesto predial, se puede manejar el uso de suelo de forma que se capture el valor de obras de infraestructura o de cambios en la reglamentación. Por ejemplo, obras de infraestructura como parques o renovación de calles pueden aumentar la plusvalía en una zona, un reglamento adecuado generaría más impuestos a partir de esta obra. Permitir usos mixtos en zonas adecuadas puede ser otra forma de obtener ingresos pues el impuesto a locales comerciales puede ser mayor que a lotes puramente residenciales. Este tipo de intervenciones urbanas que coordinan proyectos con actualización de la reglamentación pueden generar muchas oportunidades de captación de valor, pero deben ser diseñados con cuidado.
Por transferencia de recursos suele pensarse en cuando el gobierno nacional o estatales dan recursos a los municipios.
Sin embargo, estas no son todas las transferencias de recursos posibles. Diversos organismos nacionales e internacionales tienen disponible asesoría técnica o financiera en temas específicos para municipios. Identificar las oportunidades que son relevantes para una ciudad y aprovecharlas permite acceder a nuevos recursos técnicos y en ocasiones también económicos. Un área de relaciones externas en el gobierno local puede dedicarse a buscar oportunidades para obtención de recursos externos que sean útiles para el municipio, y a gestionar estas colaboraciones.
Finalmente, en algunos países los gobiernos locales pueden contraer deuda, sin embargo, esto es algo que debe manejarse con mucho cuidado.
Aunque un préstamo puede financiar obras necesarias en momentos críticos, es importante que la deuda no sea mayor al 10% de los ingresos del municipio para que esta no lo asfixie y le impida manejarse adecuadamente. Es importante que siempre que se considere un préstamo, se haga un análisis costo/beneficio y de flujo financiero para asegurar que la deuda podrá ser pagada y que el proyecto es rentable después del pago de la deuda y sus intereses. En estos análisis, también es importante considerar el mantenimiento de la obra, de lo contrario los beneficios pueden ser muy inferiores a los esperados después de unos años.
En conclusión, la gestión financiera del municipio es más que gastar razonablemente los recursos disponibles. La gestión financiera incluye ser eficiente en la captación de recursos y manejar los riesgos para que el municipio tenga recursos disponibles cuando lo necesite. Esto no solo demuestra un gobierno responsable, sino que abre las puertas a mejoras en la transparencia y gestión del municipio, mejorando así su imagen local, nacional e internacional.